tecnochamanismos de abya yala
Habitamos el territorio global de la devastación, las máquinas creadas por la modernidad compiten por la carrera de la destrucción: quien tenga el falo-máquina más grande y destructivo triunfará. No sabemos de qué se trata ese triunfo , solo sabemos que nosotros no somos parte de él. Somos el fracaso, las criaturas abyectas de los márgenes.
Entre medio de esta guerra que simula paz , entre ánimos celebratorios , espectáculos políticos e hiper consumo alienado las máquinas ejercen su control y vigilancia sobre el territorio global. Se presenta el objeto tecnológico en las pantallas que iluminan el gran circuito de la metrópolis, ofreciendo las clásicas mentiras de confort y libertad del objeto moderno libidinal.
En este escenario queremos proponer analizar esta gran maquinaria tecnocientífica capitalista e invitar a crear estrategias de resistencia. Cuestionar el fetiche tecnológico , romperlo , desarmarlo , entenderlo y transformarlo a nuestro antojo; decidimos desobedecer y cambiar nuestros hábitos cotidianos en nuestra relación con las máquinas, sacarlas de la pasarela corporativa y hacerlas nuestras aliadas, para así establecer relaciones más amables tal cual lo hacemos con nuestros compañerxs y el resto de las especies.
Desde una crítica situada creemos que no podemos buscar soluciones en el norte global , y no es posible seguir utilizando los medios que proporciona el sistema de dominación de las grandes corporaciones. Queremos esclarecer el terreno tecnológico en el que nos movemos, entregar información del cómo y por qué la tecnología funciona como funciona. Porque así como hemos aprendido a gestionar nuestros cuerpos y exigir que se respeten nuestras decisiones sobre ellos, también debemos hacerlo con el gran cuerpo cyborg del que somos parte en las ciudades, en el campo, en nuestras casas, en nuestras comunidades, en las colectivas y con nuestros amigxs. Pensar en cómo la tecnología cruza nuestras identidades, y en como es capaz de modificar comportamientos; reflexionar en cómo puede ser nuestra aliada en el camino de la autogestión, el trabajo colaborativo y la organización política.
Queremos interceptar la producción de información y de comunicación de la máquina de guerra mundial. Asumirnos cyborgs, entender esta relación simbiótica que tenemos con la máquina, identificar los dispositivos injertados que componen nuestro cuerpo y de esta manera establecer alianzas y relaciones de parentesco con la maquinaria y el resto de las especies, de manera horizontal en un sistema de mutuo cuidado. Crear nuestras herramientas y comenzar a destruir el orden establecido para construir el mundo que queremos.
Reinventar y reescribir una historia de la tecnología mediante la puesta en valor de nuestros cuerpos, sistemas de vida e identidades que han sido invisibilizadas por una historia y una gran maquinaria que fue ficcionada para y por hombres blancos.
Guiadas por el instinto asumimos que el proceso de creación debe ser en un espacio de experimentación y juego, como siempre lo fue. Reconectar el objeto tecnológico con la naturaleza y nuestros cuerpos, vivir en un ecosistema saludable, donde ningún mecanismo ni ser humano sea considerado un desecho. Rearmar nuestros cuerpo cyborg mediante la reutilización de la maquinaria del fracaso, el error, la obsolescencia, y así crear sistemas que no impliquen la destrucción constante del resto de las especies.
Crear franquinsteins que nos acompañarán en la guerra en curso, donde el conocimiento tecno-científico ancestral de hierbas y procesos lunares nos ayuden a dibujar el camino que fue interrumpido por la colonización.
Decolonizar el cuerpo y las máquinas , hacer y aprender juntxs en tribu , generar un tejido de complejas figuras sólo posibles de desencriptar a través del conocimiento que se genere de las nuevas relaciones de parentesco animal-máquina-tierra.
Democratizar el conocimiento y experimentar juntxs nuevas maneras de comunicación y organización más justas.
Creemos que no podemos sustentar nuestra lucha en los tentáculos satelitales y submarinos capitalistas que han destruido el ecosistema por décadas. Es urgente construir nuestras propias redes , tejer el cableado propio lejos de la vigilancia estatal-corporativa, y que en cada puntada participen monstruas, mutantes, cyborgs, quimeras , teknochamanas, warmis, amazonas, machis,negras, parteras, travestis, putas y cholas.
Necesitamos también nuevas ficciones, nuevas historias contadas por y para nosotras.
Estamos convencidas que las máquinas siempre fueron nuestras aliadas, que en cada paso dado ellas estuvieron ahí para darnos soporte. Que este aparato de guerra construido de manera piramidal y panoptical no es como la humanidad se alinea orgánicamente, si no todo lo contrario.
Es el linaje filial que nos une con la tierra, el resto de las especies y las maquinas; el que nos mantendrá en comunidad y preparadas para la resistencia.
Para todo sin embargo debemos asumir un rol de acción constante, crear espacios y comunidades de auto-aprendizaje , creación y experimentación junto a otras, donde la construcción de herramientas no sea por el mero fetiche técnico si no que espacios de reflexión crítica, autocuidado , desobediencia y construcción; y en esos espacios, también sanar nuestras heridas con ungüentos ancestrales, crear nuestras armas de autodefensa, cobijarnos de este sistema en tejidos hechos por nosotras.
Aceptarnos fallar y cuando la frustración venga sostenernos entre nosotras creer en nuestra compañera a la que este sistema nos ha enseñado a no creer, confiar más en nuestro conocimiento y nuestra capacidad de aprendizaje. Crear espacios de aquelarre donde todxs los monstruos cyborg participemos horizontal e intermitentemente como servidores espejo en distintos territorios sin fronteras. Un aquelarre global interconectado por nodos de resistencia.